La denominación de origen desempeña un rol crítico en la protección, promoción y diferenciación de productos en el mercado. En cierta forma, es como un sello de autenticidad que vincula la calidad de un producto a su lugar de origen. Esto beneficia tanto a los productores como a los consumidores. Si profundizamos un poco en el ámbito de las marcas y su relación con las denominaciones de origen, entenderemos cómo estos dos signos distintivos coinciden en su misión de promocionar y proteger productos únicos.
¿Qué es la denominación de origen?
La Denominación de Origen, abreviada como DO, es un signo distintivo protegido por la propiedad industrial, que sirve para identificar los productos en el comercio de una forma especial. Particularmente, atendiendo a su origen geográfico. En otras palabras, una denominación de origen es un sello de autenticidad y calidad que asegura que un producto proviene de una región geográfica específica y posee características únicas derivadas de esa localidad.
Teniendo esto en cuenta, las denominaciones de origen abarcan nombres geográficos correspondientes a un país, una región o un lugar específico que indican la procedencia geográfica del producto. Aparte de actuar como etiquetas de origen, estos nombres geográficos también están estrechamente vinculados a las características, cualidades y reputación inherentes a los factores naturales y humanos que influyen en la singularidad del producto en esa ubicación.
Funciones de la Denominación de Origen
En concreto, las DO cumplen varias funciones esenciales:
- Defensa y protección: Una de las funciones principales de las DO es la defensa y protección contra actos de competencia desleal o fraude. Al garantizar la autenticidad y calidad de los productos, el signo distintivo que nos ocupa brinda seguridad tanto a los productores como a los consumidores.
- Identificación y orientación al consumidor: Ayudan a los consumidores a identificar el origen de los productos, lo que facilita su toma de decisiones de compra. En ocasiones, las preferencias de los consumidores están estrechamente relacionadas con la procedencia de los productos.
- Diferenciación y ventaja competitiva: La denominación de origen se destaca como un sistema idóneo para diferenciar productos en el mercado. Es decir, el sello distintivo que proporciona otorga una ventaja competitiva al resaltar su origen geográfico y su calidad.
- Desarrollo regional y patrimonio cultural: Establecen una conexión significativa entre las características de la denominación de origen y el territorio de donde proviene. Esto contribuye al desarrollo económico de la región, preserva su patrimonio cultural y mejora el bienestar general de la población local.
- Garantía de calidad: Las denominaciones de origen imponen exigencias y normas de calidad que garantizan a los consumidores la calidad de los productos. Los consumidores pueden confiar en que están adquiriendo un producto de alta calidad cuando ven una denominación de origen en el envase.
Diferencias con la indicación de procedencia
Asimismo, es importante destacar que, en el ámbito internacional, existe una distinción relevante entre las Denominaciones de Origen y las Indicaciones de Procedencia. Ambas categorías se consideran «indicaciones geográficas», pero se diferencian en el grado de vinculación entre el producto y su lugar de origen.
Por un lado, la indicación de procedencia es un signo distintivo empleado para productos que provienen de un lugar geográfico determinado. Pero este no necesariamente certifica una calidad o característica específica basada en su origen. Por ejemplo, «Hecho en España» es una indicación de procedencia, ya que simplemente indica el lugar de procedencia, pero no implica ninguna calidad específica del producto.
Por su parte, la denominación de origen va más allá al connotar una calidad o características específicas del producto debido a su origen geográfico. En otras palabras, una DO asegura que el producto tiene cualidades únicas influenciadas por su lugar de origen, como el suelo, el clima o la tradición de producción.
La marca de garantía
De acuerdo con la Ley 17/2001 de Marcas de España, una marca de garantía se define como «todo signo susceptible de representación gráfica, de los expresados en el artículo 4.2, utilizado por una pluralidad de empresas bajo el control y autorización de su titular, que certifica que los productos o servicios a los que se aplica cumplen unos requisitos comunes, en especial, en lo que concierne a su calidad, componentes, origen geográfico, condiciones técnicas o modo de elaboración del producto o de prestación del servicio». En esencia, una marca de garantía es un distintivo que certifica que los productos o servicios que lo ostentan cumplen con ciertos estándares de calidad. Al igual que presentan una serie de requisitos predefinidos.
El titular de una marca de garantía es responsable de controlar y autorizar su uso por parte de las empresas a las que se otorga. Aunque el titular no puede utilizar la marca, tiene la obligación de garantizar la calidad y autenticidad de los productos y servicios bajo su certificación. Esto se logra a través de la imposición de estándares y requisitos que deben cumplirse para utilizar la marca.
Beneficios de la marca de garantía
Una de las principales ventajas de una marca de garantía es que genera confianza en el mercado. Los productos y servicios que llevan esta marca se benefician del prestigio y la reputación del titular de la marca. Los consumidores confían en que los productos certificados bajo una marca de garantía cumplen con estándares de calidad rigurosos. Precisamente, porque esta les proporciona seguridad en sus decisiones de compra.
Además de asegurar la calidad, la marca de garantía cumple una función de diferenciación. Destaca los productos y servicios certificados en un mercado saturado, creando una percepción de calidad y superioridad en comparación con productos similares de la competencia. Esto contribuye a la promoción y la lealtad de los consumidores hacia los productos certificados.
Diferencias entre la marca de garantía y la denominación de origen
Ahora que comprendemos la función y los beneficios de una marca de garantía (MG), es importante abordar en qué aspectos se diferencia de la denominación de origen:
Alcance de aplicación
La marca de garantía protege todo tipo de productos o servicios, no se limita a productos alimenticios o agrícolas. En cambio, la denominación de origen ampara exclusivamente productos agrícolas y alimenticios; los servicios no pueden ser objeto de tutela bajo este sistema.
Titularidad
Por otro lado, la MG pertenece a un organismo privado, generalmente una asociación comercial de productores y fabricantes. Además, requiere el pago de tasas para el mantenimiento y registro de la marca. La DO no es propiedad de un organismo privado. A diferencia de la MG, la DO otorga un derecho de uso a todos los productores o empresas que cumplan con las condiciones requeridas. Tampoco exige el pago de tasas para su utilización. La protección se lleva a cabo mediante cauces públicos, y la administración de la DO asume esta tutela.
Regímenes jurídicos de la marca de garantía y de la denominación de origen
La marca de garantía se caracteriza por un régimen jurídico-privado, donde las acciones de protección son principalmente privadas. En tanto que la denominación de origen se sitúa en un plano jurídico-administrativo y la defensa de los intereses de los productores y fabricantes es el fundamento de su régimen jurídico. Los consumidores resultan protegidos indirectamente.
Control y estándares
Al respecto, en la MG el titular de la marca es el encargado de fijar previamente las características y el nivel de calidad que deben reunir los productos y servicios certificados. Incluso, el control y las medidas de control son llevados a cabo por el titular. Por su parte, en la DO, la administración es responsable de establecer previamente las características y el nivel de calidad que deben reunir los productos. El control lo lleva a cabo un organismo independiente, conocido como el Consejo Regulador.
Duración
En este aspecto, la marca de garantía tiene un periodo de vida de diez años, y una vez que este concluye, se puede renovar pagando tasas. Muy distinta a la DO, que tiene una duración indefinida y la administración decide cuándo es conveniente suprimirla.
Acceso a productores
Ciertamente, no se puede impedir el acceso a ningún productor que cumpla las condiciones de uso establecidas por el titular de la MG. En este punto, la denominación de origen también es diferente, ya que esta se constituye por nombres ya usados y conocidos por la sociedad y se delimitan las zonas geográficas en las cuales los productores pueden utilizar la denominación.
En ISERN te asesoramos en la constitución de cualquiera de estos signos distintivos
En ISERN contamos con 100 años de experiencia en el registro y protección legal de derechos de propiedad industrial e intelectual, marcas y patentes. Esto nos permite ofrecerte la asesoría y la asistencia necesarias para registrar tu denominación de origen, indicación de procedencia o marca de garantía. Nuestros especialistas son capaces de asumir el proceso de registro de DO a nivel nacional e internacional, mediante el Sistema de Lisboa. Visítanos en cualquiera de nuestras 12 delegaciones en las ciudades más importantes de España o contáctanos ahora mismo.