Falsificaciones de ‘top manta’ o un negocio de 320 millones La Agencia Tributaria detecta en 2011 un total de 5,5 millones de imitaciones, el 89% de ellas procedentes de Asia

Xavier Berneda necesita un vistazo para detectar si unos zapatos mienten. “Fíjate en las alturas”, pide el responsable de la firma de zapatillas catalana Munich mientras sujeta unas Adidas falsificadas. “¿Ves que el empeine tiene varios desniveles? Mira alrededor de la plantilla. Está lleno de cola. Y la rigidez. ¡Si ni se doblan! Es una chapuza de top manta”.

Berneda, tercera generación de una familia dedicada al calzado, desnuda en pocos segundos las miserias de un montón de pares falsificados que Aduanas exhibe en una sala del aeropuerto de Barajas para conmemorar el Día Mundial Antifalsificación, que se celebró ayer. Son solo una muestra de las 5.570.149 copias que las autoridades españolas detectaron en 2011 y que en el mercado se podrían haber vendido al menos por 318,6 millones de euros, según datos del Ministerio de Hacienda -ya solo los 38.328 relojes incautados sumaban 213,9 millones-. Aduanas, que depende de la Agencia Tributaria, informó de que el 89% del material confiscado procedía de Asia, que las falsificaciones suelen llegar por vía marítima y que la mayoría son productos electrónicos.

A pocos metros, dos de los casi 4.000 empleados que tiene Aduanas observan la escena. No pueden hablar con los medios de comunicación, repiten. Solo cuentan que sí, que en la frontera se detectan imitaciones evidentes, en las que el cuero de Gucci parece plástico, en las que los relojes de marca no pesan y en la que los embalajes parecen una broma, pero que otras se copian tan bien que tienen que venir peritos de otros países para determinar si el producto es auténtico o no.

Una vez confirmada su falsedad, se destruye, según cuenta la directora de Aduanas e Impuestos Especiales, Pilar Jurado, que desconoce el número de detenidos. Tampoco queda claro qué hacen las autoridades de los países de origen de las imitaciones. Solo cuando se le insiste, Jurado admite que “China mantiene una actitud un poco bífida” y que los falsificadores de ese país no suelen ser sancionados.

¿Y cuántos puestos de trabajo se pierden? “Es tremendamente complicado hacer un cálculo”, acepta el director de la Asociación Española de Defensa de la Marca, José Antonio Moreno.

Berneda, que se fija hasta en las zapatillas que llevan los periodistas, sí que da un dato: los casi 40.000 pares de zapatillas Munich que calcula que se falsifican al año suponen 70 empleados menos. “Pero eso es lo que perdemos nosotros en España”, advierte; “porque otros serán contratados para hacer la copia”.